18 años.

Los dieciocho. Bonito momento para decidirse a abrir un blog. Momento de ideas y decisiones que te afectaran el resto de tu vida. Momento cumbe en la historia de tu vida.
18.

El pasado 25 cumplí esa edad. Una cosa tan anodina que le ocurre a miles de niños todos los días. Tan habitual es, que ni le damos importancia cuando le sucede a otro. Pero, oh! una vez más. cuando le toca a tu propio yo (siempre somos el ombligo de nuestro mundo) la cuestión da un giro copérnico.
Dieciocho años. En este mismo momento, pienso que sigo siendo una niña pero con todos los derechos posibles y por haber. Y nada más. Sigues pesando lo mismo, tu voz no ha cambiado y te sigue oliendo el aliento si cometes la proeza de comer cebolla. Todo sigue igual. Entonces, ¿qué significa ser adulta?

La primera pregunta que me hice fue, ¿como soy para el resto? Y mi conclusión fue esta:
Sí, me gusta llevar bandanas en el pelo, ropa flopja y mochilas de cuero y me encantaría tener el pelo de rastas. A la gente con un mínimo de gusto a la hora de vestir, a este tipo de gente los miran con un cierto encogimiento de nariz como si olieran mal, o a lo sumo, los pueden confundir con " podridos" ( = gente echada a perder)
A mí me pueden criticar, piensan y los más osados dicen " ¿ Qué se cree, muy hippie?"
Para nada. Pero primero hay que puntualizar que lo que la mayoría de las personas piensa que es hippie, es un fumador de opio que cree o dice creer en la religión rasta.Muchos de ese tipo de gente, en realidad, son niños que con la paga de sus abuelos se lo gastan para ver "otra realidad" y, al contrario que los verdaderos hippies de los años 60, no lucharían por sus principios.
Hemos nacido en la generación acomodada, nuestros antepasados, hasta llegar a nuestros abuelos y padres, han luchado para que sus hijos tengan una vida mejor.
Pero nosotros, que no hemos conocido ni siquiera la época franquista( por suerte), nos hemos acomodado de tal manera que ni luchamos por lo que queremos.

Sí, pantalones flojos. Flojos del peso de tantas historias que llevamos en los bolsillos.Sí, rastas, una por cada momento en que un libro me ha emocionado. Sí, olor a cuero, recuerdo de todas esas personas que se han dejado llevar por el arte, por una cancion, por una fotografía, por una escena de una obra teatral o mismamente por la naturaleza.


Esto va para mi primer tipo de gente que han marcado una parte de mi vida ( afortunadamente o por desgracia), aqueelos que después de leer estas tontas palabras pensaran " Meeh, vaya flipada, menuda pedrada acaba de soltar" cerraran el blog y seguirán mirando tuentis como si nada.
Sí, por todos ellos, porque en el fondo, sé que las palabras no les afectan si ni siquiera pueden admirar las gitanas palabras de Lorca. Pero les tengo que agradecer que gracias a ellos, tengo clara mi posición frente al mundo.
Y como toda la humanidad, son gente que viene y va.