A veces sucede. Te encuentras con alguien por una mera coincidencia y se queda para siempre contigo. A mi me sucedió. Y esa persona se convirtió en un verdadero amigo.
Sin darnos cuenta, fuimos transformándonos en enanos que no sabían de nada a unos adolescentes que creían saber de todo. Hasta llegar a ahora. A la par,nos apoyamos el uno en el otro, nos contamos nuestros más temidos miedos y pesadillas. Nos dimos la mano para pasear, confesando que me encantaba que nos confundieran con una pareja.
Un amigo capaz de hacerme reflexionar, tragarme mi orgullo y dejarle que me vea como lo que soy. Solamente los verdaderos amigos conocen tus debilidades mejor que tú.
Pasear y pasear, abrazados, riéndonos, discutiendo, y continuar andando, perdidos dentro de la misma ciudad que observamos desde su terraza.
Hacer planes de futuro, reñir como una pareja y pasar de vernos durante meses.
Situaciones cambiantes, pero las mismas personas que se quieren a rabiar.
Una hoja de periódico arrugada arrancada, para demostrar que me importaba ganarme su amistad, que viera que pensaba en él y quizás enamorarle...
Pero el amor pasó a ser cosa de dos. Amor de querer hacer miles de cosas con él, de escondernos del mundo que nos satura, nos agobia...Volvernos responsables juntos.. o no. Querer que todo el mundo sepa que es mi MEJOR AMIGO, y que nunca lo cambiaría por nada. Que aunque pase el tiempo sin hablarle,me celo si veo que se apoya en otras amigas.
Quitarle las mejores fotos que tengo cuando menos se lo espera o después de suplicarle con mi cara de niña buena.
Que me riña, que me explique lo que pienso, que filosofe de la vida mientras echa caladas al cielo.
Que me encuentre de casualidad por la calle y me guiñe el ojo como solo sabe hacerlo él y que si estamos juntos en una fiesta alrededor de una multitud de personas, parezca que estamos solos.
Que me llame Señora de...y que siga estando ahí aunque las cosas cambien cada vez más.
Y luego...Santiago de Compostela. Una sonrisa de niña tonta se me cruza entre labio y labio si pienso que el año que viene le tendré aquí,más cerca que nunca de mí.
Y sé que seríamos felices.
MEJOR AMIGO. Esas palabras son las que te identifican para mí.
Gracias Luis.
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